sandaime tsuchikage, el arte.

Ya habian pasado muchos anios que había quedado a cargo de Iwagakure como el Sandaime Tsuchikage de la aldea y la verdad es que se había convertido en una carag muy fuerte el poder mantener el poco orden que tenía la aldea y tratar de procurar más orden, y aun mas pesado todavia con el poco tiempo que sataji llevaba muerto. Había puesto un gran esfuerzo en hacer que mi oficina se viera organizada y presentable ante los pocos ojos que habitaban en la aldea para incentivarlos a dar su mayor esfuerzo, supongo que había estado funcionando por el hecho de que todo el mundo parecía demasiado ocupado y se notaba mucho el estres. La espalda me empezaba a doler por lo que fui a sentarme en mi silla del escritorio y alli la voltee, podiendo ver todo mi imperio.

(Que aburrido es estar aqui solo, en cuanto tenga un poco de tiempo ire a buscar los famosos diamentes, estos deben ser destruidos), pense mientras analizaba toda mi aldea con cuidado para verificar que todo marchara en orden.

(Encerio te aburres y te quedas aqui como si nada? vaya vaya, por eso siempre me has dado pena, eres mi jinchuriki, mas que nadie sabes que me gusta ser libre y correr, asi que por que no me sacas a pasear de vez en cuando?) me dijo el kokuo desde mi interior en un tono de reproche.

(Al igual que yo se eso tu tambien sabes mas que nadie que no puedo estar paseando cuando estamos cortos de shinobis y kunoichis, te paseare en un par de dias te parece?) le dije a kokuo con mi pensamiento, escuchando de este solo un berrinche de aceptacion pero desencanto a la vez.

Me recoste de mi silla y con unos papeles inservible que habian en el escritorio los converti en pequenas figuritas de animales y las hice venir a la ventana para verlas, (sataji) pense conmovido, ya que el mas que nadie adoraba y honraba mi arte como era debido, tenia la misma percepcion de este que yo. Arte, algo de un solo segundo, en el qu elas cosas estrallan y explotan, creando una melodia destructiva mas agradable y aceptable que la de un canario cuando canta. Mis ojos se aguaron por mis recuerdos de sataji mientras me repetia una y otra vez que era arte, eso provoco inestabilidad en mi chakra haciendo que las dos aves creadas de polvo se desvanecieran con el viento lentamente, siendo arrastradas por la debil corriente que habia [de viento]. Alli cere mis ojos y me jure a mi mismo que todo el tiempo que dure siendo lider lo hare en honor a lo que Sataji y yo llamamos verdadero arte.

Mientras estaba recostado en mi silla recordando los viejos tiempos, haineko de atrevida entra por la ventana volando, y me da noticias raras.
-Jefe kumogakure no sato a sido destruida, y puede que con su recontruccion nueva pues el diamante haya sido olvidado entre los escombro, si mal me informaron pues ellos poseian los aretes- me dijo en tono serio haciendo un pequena reverencia como saludo.

-Vaya con que kumogakure nueva eh? entra al amuleto que ya vamos a partir hacia aya debo de conocer y ver de que esta hecho el aliado de mi enemigo- dije en un tono audaz y serio, luego Haineko se convirtio en polvo y entro al amuleto, yo sin pensarlo dos veces por la prisa deje todo donde estaba y sin informar a nadie sali por la ventana volando hacia kumogakure nueva.